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7 grandes beneficios de la sal de Epsom para las plantas de tu jardín

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La sal de Epsom es un compuesto químico que contiene magnesio y que está presente, de manera natural, en el agua de algunos manantiales. En sus orígenes, esta sal se comenzó a utilizar como producto de bienestar y salud humana, pero sus aplicaciones se han extendido a muchos campos y también el reino vegetal se beneficia de sus bondades. El magnesio es un mineral que favorece la absorción de los nutrientes básicos que las plantas necesitan: nitrógeno, fósforo y azufre.
[1]

Origen e historia de las sales de Epsom

El producto lleva el nombre de la ciudad inglesa donde se descubrió hace ya más de tres siglos, cuando un pastor de vacas observó los efectos beneficiosos que producía en su ganado beber el agua[2] que brotaba del suelo en algún lugar del campo.  

A partir de este descubrimiento, las aguas del manantial se popularizaron como tratamiento para la gota y como laxante, atrayendo numerosos visitantes a Epsom. La localidad se convirtió en ciudad balneario, destino de los más pudientes. Los que no podían viajar tenían la opción de comprar la sal seca que se obtenía por evaporación del agua mineral y añadirla al agua del baño en casa. 

En el siglo XVIII los manantiales de Epson se secaron y la ciudad dejó de ser destino de peregrinos en busca de cura. Para entonces ya se obtenía la sal (sulfato de magnesio) de otras fuentes y su uso medicinal se había extendido por todo el mundo.

Razones para usar la sal de Epsom en el jardín (o en las macetas)

1. Mejorar la germinación de semillas

Utilizar sal de Epsom como fertilizante[3] del suelo antes de la siembra proporciona al jardín un fuerte impulso desde el principio. El magnesio ayuda a la germinación de las simientes y fortalece las paredes celulares de las plántulas. La cantidad recomendada es añadir una o dos cucharadas sopera en el fondo de cada hoyo de siembra.

2. Minimizar el shock del trasplante

Es habitual que las plantas sufran ciertos efectos adversos cuando la movemos de una maceta a otra más grande o al suelo. No podemos evitar que las raíces sufran algo de daño en el trasplante, pero la sal de Epsom puede ayudar a que las lesiones se recuperen con facilidad en su nueva ubicación. No es recomendable que la sal concentrada entre en contacto directo con la raíz de la planta por lo que deberemos esparcirla sobre el suelo después de tapar el hoyo.

3. Propiedades reverdecientes

El magnesio es un componente esencial en la producción de clorofila y si este mineral escasea en el suelo, las hojas de las plantas se vuelven amarillentas. Una cucharada de sal de Epsom al mes, alrededor de la base del arbusto, proporcionará la cantidad de magnesio adecuada para conseguir el follaje saludable que la planta necesita.

4. Prevenir hojas rizadas y arrugadas

Las hojas rizadas en las plantas pueden indicar un problema importante de plagas o de falta de nutrientes. Si se trata de esta segunda opción, la sal de Epson nos permite revertir la deficiencia de magnesio y con ello posibilitar que la planta se alimente correctamente. Para que el efecto sea más rápido, mezclaremos 2 cucharadas de sal de Epsom en 4 litros de agua y pulverizaremos sobre las hojas.

5. Prevenir plagas en el jardín

Aunque la sal de Epsom no es tan eficaz contra babosas y caracoles como la sal común, los cristales de sulfato de magnesio hidratados son afilados y pueden disuadir el ataque de criaturas indeseadas sin perjudicar a las plantas.

6. Cultivar frutas más dulces

La producción de frutos es el proceso que más energía requiere en el ciclo de vida de una planta. La aplicación de sales de Epsom contribuye a la producción de clorofila dentro de las células de la planta. Mayor energía significa más azúcar, lo que permite que la planta produzca frutas más sanas y dulces.

7. Rosas más abundantes y bonitas

La sal de Epsom no solo ayuda a las rosas a producir flores más grandes y en mayor número, muchos profesionales afirman que el magnesio ayuda en el crecimiento de nuevos brotes desde la base de la planta. Además, al aumentar la producción de clorofila, la sal de Epsom consigue que el follaje tenga un precioso tono verde intenso.

Para obtener los mejores resultados, añadiremos sal de Epsom en el momento de la plantación del arbusto, repetiremos cuando aparezcan los primeros signos de crecimiento y una vez más en el momento de la floración

Si el rosal se planta a de raíz desnuda, dejaremos las raíces a remojo en agua con sal de Epsom disuelta durante 24 horas antes de plantar.

References

  1. ^ bienestar y salud humana (www.guiadejardin.com)
  2. ^ el agua (www.guiadejardin.com)
  3. ^ fertilizante (www.guiadejardin.com)